Las estadísticas indican que la probabilidad de encontrar pareja antes de los 50 años ha pasado de cerca del 100% en 1976, a sólo el 43% para los varones y el 47% para las mujeres en la actualidad. Además, la inmensa mayoría de los que se casaban lo hacían antes de los 30 años cuando actualmente no llega ni al 20%. Que las parejas cada vez se casan más tarde es algo evidente y esto ha repercutido no sólo en el tipo de celebraciones, sino también en la manera de cuidar la imagen para ese gran día. Los signos del envejecimiento como pueden ser la flacidez, arrugas, patas de gallo u ojos caídos son los grandes enemigos de las parejas que buscan lucir una imagen ideal para ese gran día. En este contexto, crece el número de novias y novios que acuden a las consultas de las clínicas de medicina estética en busca de tratamientos que permitan mejorar el aspecto de la piel sin que se note.
Desde Liftera, firma internacional especializada en tecnología innovadora para medicina estética, hemos hablado con la Dra. Paula Rocabado quién nos explica qué buscan las parejas: “Los pacientes buscan mantener su esencia, resaltar sus rasgos, mejorando la textura y calidad de la piel. Además, también buscan prevenir el envejecimiento de las zonas tratadas tanto a nivel facial como corporal, y en otras ocasiones corregir signos del paso del tiempo o características personales familiares”, explica la Dra. Cuando se trata de celebraciones como una boda, la Dr Paula Rocabado apunta que las mujeres continúan siendo las más interesadas, pero desde hace algunos años existe una creciente demanda de hombres que desean cuidar y resaltar su imagen para este tipo de eventos.
Cuando se trata de hablar del tratamiento por excelencia, los expertos lo tienen claro. El HIFU es el que actualmente ofrece mejores resultados. “La medicina estética ha evolucionado mucho y la práctica es ahora mucho más sutil pero efectiva, porque se promueven tratamientos de estimulación cutánea y prevención o enlentecimiento del envejecimiento, pero sobretodo seguros, clínicamente eficaces y que minimizan o anual tiempos de recuperación o anestesia como es el caso de la última innovación del HIFU de Liftera”, explica la Dra. Rocabado. Pero, ¿qué zonas son las más tratadas por ellas versus ellos para el gran día de su boda? La experta nos lo aclara:
Ellas, cada vez más, buscan cuidar la zona del cuello, reborde mandibular y zona submental, especialmente cuando se busca lucir un escote o para vestidos palabra de honor. Algunos cabezales del HIFU permiten trabajar de una manera más precisa estas zonas gracias a que podemos llegar a cualquier rincón y seguir el contorno de una manera más homogénea. A parte de estas zonas, el contorno de ojos sigue siendo una de las zonas facial por excelencia en cuanto a tratamientos para reducir las temidas patas de gallo, levantar la mirada y reducir las bolsas de los ojos.
En el caso de los hombres, ellos priorizan la zona frontal y tercio inferior facial, aunque cada vez más se busca cuidar también el aspecto del cuello.
Los expertos en medicina estética, y en concreto la Dra Paula Rocabado, explica la importancia de realizar este tipo de tratamientos con antelación. “Lo ideal sería 3 meses antes, ya que es el tiempo en el que los resultados son más óptimos y visuales, pero me atrevería a asegurar que inmediatamente después del tratamiento, ya se aprecian cambios”. La Dra recuerda la importancia de estudiar muy bien las diferentes tipologías de HIFU que actualmente existen en las clínicas y apostar por aquellos tratamientos con cero sintomatología post tratamiento.
Además, para un mejor resultado, los expertos recuerdan que con la combinación de tratamientos se consiguen sinergias interesantes, siempre previa evaluación clínica. “Por ejemplo, un HIFU como Liftera para un mejor tensado cutáneo, combinado con toxina botulínica para una relajación muscular y dulcificación de rasgos faciales, rellenos dérmicos para resaltar los ángulos o suavizar sombras del rostro y porqué no, si contamos con el tiempo necesario, láseres para unificar el tono cutáneo; ésta sería una fórmula perfecta para un tratamiento preboda”, explica la Dra Paula Rocabado.