Con el final del verano se terminan las horas de playa, bronceado, y el tiempo dentro del mar o las piscinas. Sin embargo, aunque ya no estemos tan expuestos al sol vacacional, nuestra piel sigue resintiendo sus efectos dañinos, especialmente en las capas superficiales.
La exposición constante al sol, sin los cuidados adecuados, acelera el envejecimiento de la piel. Aunque existen señales visibles del estrés y la deshidratación que sufre, hay otros padecimientos menos conocidos que indican un grado más avanzado en este proceso. Estos, aunque no son tan perceptibles a simple vista, representan cambios estructurales significativos que pueden afectar tanto la apariencia como la salud de la piel. Este es el caso de la elastosis solar.
Por ello, de la mano de expertos en dermatología, compartimos seis recomendaciones imprescindibles para cuidar la piel después del verano:
Hidratación: la elasticidad y la función protectora de la piel, como primera barrera, dependen principalmente de su hidratación. Una piel sana contiene entre un 10% y un 20% de agua en su capa más superficial. En la capa inferior, la dermis, la presencia de agua también es de aproximadamente un 10%, y es esta capa la que proporciona a la piel un aspecto saludable y terso. Cuando el nivel de agua cae por debajo de estos valores, la piel se vuelve frágil, áspera y propensa a sufrir lesiones con mayor facilidad.
“Beber al menos 2 litros de agua al día y retomar los hábitos saludables, es clave para el bienestar de tu piel. Aumenta el consumo de vegetales y proteínas de calidad, frutas y frutos secos también, camina y vuelve a tus hábitos de sueño. Aprender a cuidarnos por dentro y por fuera, es lo más importante que podemos hacer por nosotros, ya que una piel bonita se tiene gracias a que trabajamos por una piel sana”, puntualizó la Dra. María José Burgues.
Uso de protector solar también fuera de temporada: el protector solar debe utilizarse durante todo el año, independientemente de si nos exponemos directamente al sol o no. Una crema hidratante con filtro solar es esencial en el cuidado diario de la piel y parte clave del mantenimiento post vacacional, ya que, al estar frente a pantallas de ordenadores o móviles, seguimos expuestos a la radiación. Con la piel sensible, esta exposición aumenta el riesgo de daños o lesiones.
Radioterapia facial: se trata de una técnica indolora muy eficaz basada en la aplicación de corrientes eléctricas que estimulan el tejido subcutáneo. Esta técnica acelera el metabolismo de adipocitos, acaba con la grasa localizada en el rostro y mejora la circulación sanguínea.
Revisa tu piel: es importante evaluar si notamos algo diferente en la coloración de la piel o si aparecen manchas. En estos casos, se recomienda usar geles o cremas despigmentantes, o bien cremas que contengan vitamina C, que también aportan mayor luminosidad a la piel.
“El sol en verano no es el único que puede causar daños a la piel, el cloro o el agua de mar también pueden tener efectos importantes. Aunque la sal del mar puede actuar como un exfoliante suave, también favorece a la deshidratación. En cuanto al cloro, puede secar y deshidratar la piel de forma preocupante, es por eso, que se recomiendan diferentes tratamientos que con aparatología, le regresan ese bienestar a tu piel”, comentó el Dr. Andrés Martín.
Recordó de igual manera que adicional a la exposición al sol, así como la radiación ultravioleta pueden estimular la producción de melanina en la piel. La melanina es el pigmento responsable de dar color a nuestra piel, cabello y ojos, y su producción aumenta en respuesta al sol como una forma de protección natural. Ante la presencia de manchas en la piel, es importante acudir con el especialista para llevar a cabo un tratamiento personalizado donde se puede hacer uso de herramientas como el láser, para erradicarlas.
Renovación: la piel viene cargada de células muertas tanto a nivel facial como a nivel corporal. La recomendación es usar cremas que contengan agentes exfoliantes suaves que ayuden a eliminar las células muertas de la capa más superficial de la piel.
Por su parte la Dra María José Burgués menciona: “Para un proceso de renovación integral, se recomienda realizar de la mano de un experto un peeling químico profundo adecuado a las necesidades de cada tipo de piel, lo que ayuda a prolongar el bronceado, oxigenar la piel, y le brindará a la piel esa renovación que necesita”.
Limpieza nocturna: aunque la limpieza es importante todos los días y durante todo el año para mantener una tez fresca y luminosa, es clave realizar una rutina nocturna con productos eficaces durante las horas de sueño. Aunque la aplicación de productos post verano es necesaria varias veces al día, al finalizar la jornada podemos añadir algunos elementos que brinden confort, descanso y la reparación necesaria a nuestra piel.
Por último, los expertos recomiendan recuperar el aspecto más saludable de nuestra piel con tratamientos no invasivos como pueden ser el HIFU con tecnología de ultrasonidos microfocalizado y disparo digital, como es el caso de Liftera. “El daño solar causa el deterioro del colágeno y la elastina en la piel, lo que resulta en arrugas, flacidez y una textura irregular. La tecnología HIFU actúa calentando de manera controlada y precisa las capas más profundas de la piel con ondas de ultrasonido de alta intensidad. Este proceso estimula la producción de colágeno y promueve la regeneración de la piel: reduciendo arrugas, mejorando la textura y firmeza de la piel, y otorgando un aspecto más joven y revitalizado”, explica la Dra Keila Mitsunaga.