Si bien debería ser algo que deberíamos mimar durante todo el año, el verano es esa época en la que nos preocupamos más por el aspecto de los glúteos. Los expertos en medicina estética recuerdan la importancia no sólo de cuidar la región glútea en esta época del año y nos presentan lo último en tratamientos sin dolor y menos invasivos.
El HIFU -High Focused Ultrasound- se ha convertido en esa tecnología estética que ha revolucionado el sector en los últimos dos años. Un aparato de ultrasonidos focalizados de alta densidad que ayuda a estimular la producción de colágeno convirtiéndose en una tecnología muy indicada para combatir la flacidez de la piel. Si bien en un principio se aplicó principalmente en la zona facial, la experiencia con esta tecnología ha permitido a los expertos validar otras zonas como la región glútea. “No es sólo el rostro el que sufre el envejecimiento, el cuerpo también. En particular, los glúteos sufren un proceso combinado de reabsorción de grasas, atrofia muscular y adelgazamiento de la piel debido a la pérdida progresiva de colágeno. Esto se traduce en flacidez, pérdida de proyección de los glúteos, arrugas en “piel de naranja” y grasa localizada resistente, siendo estas las principales quejas de los pacientes en relación a esta zona del cuerpo. En consulta buscan tratamientos que puedan revertir lo anterior, es decir, que eleven y aumenten la proyección de los glúteos, que mejoren la calidad de la piel y reduzcan la apariencia de “piel de naranja”, y que eliminen el exceso de grasa localizada, principalmente a nivel de la región infraglútea y culottes”, explica la Dra Inés Neves, especialista en Estética Avanzada y Skincare.
Antiguamente, para conseguir unos glúteos “perfectos”, se recurría a la cirugía, ya fuera la colocación de prótesis de glúteos o injertos de grasa. Conociendo los riesgos que conlleva la propia cirugía, su elevado coste económico y, sobre todo, las frecuentes y graves complicaciones posquirúrgicas que podían surgir, surgieron técnicas no quirúrgicas, mínimamente invasivas, con inyectables. Primero, con productos no reabsorbibles como la silicona y, posteriormente, con productos reabsorbibles como los bioestimuladores de colágeno y el ácido hialurónico. Aún así, tratándose de un área extensa, la búsqueda de procedimientos más baratos, rápidos, indoloros y seguros culminó con la impresionante revolución tecnológica y la creación (o recreación) de múltiples tecnologías, como la radiofrecuencia, las micro y macro focales de alta intensidad, energía electromagnética enfocada de alta intensidad y criolipólisis.
Los beneficios del HIFU para el tratamiento en glúteos
Para los expertos como la Dra Inés Neves, la diferencia con la tecnología HIFU es que permite abordar todos los elementos implicados en las principales molestias de la región glútea, de forma rápida, segura e indolora. Según nos explica la Dra., con la tecnología más innovadora en HIFU como es Liftera se puede tratar la eliminación de la grasa localizada (por ejemplo: región infraglútea y culottes) mediante un proceso de muerte celular grasa inducida; por la profundidad y energía que permite alcanzar, el HIFU permite “pegar” y retraer el tejido subyacente, en un proceso similar al lifting; y finalmente también favorece la producción de nuevo colágeno, mediante la inducción de micro lesiones en la dermis. “Todos estos elementos se pueden abordar y tratar en una misma sesión, lo que supone una gran ventaja y comodidad para el paciente”, añade la Dra Inés.
Con Liftera, los resultados se producen de forma bifásica y se pueden dividir en inmediatos y a largo plazo. Los primeros se deben principalmente a la rotura de las células grasas y al efecto de adhesión y retracción de los tejidos; los segundos se deben a la producción y remodelación del colágeno. “Con el tratamiento podemos esperar unos glúteos más diseñados, compactados y “vivos”, con una reducción de las zonas de grasa localizada, principalmente a nivel del culotte y región infraglútea y una mejora de la densidad y calidad de la piel, con la consiguiente reducción de la apariencia de “celulitis” y arrugas de “piel de naranja”, apunta la Dra Inés. Los resultados son máximos alrededor de los 4 meses, aunque hay una mejoría constante y progresiva desde el primer día después del tratamiento.
Los expertos nos recuerdan el aumento de consultas en torno a esta región del cuerpo desde que aparecieron tratamientos menos invasivos. La moda de baño y otras tendencias beauty son claves también para que mujeres, y también cada vez más hombres, busquen una solución que mejore la apariencia de su zona glútea. Para los expertos en medicina estética, y tal como apunta la Dra Inés Neves: “Los milagros no existen, el cuerpo envejece y para conseguir mejores resultados hay que tener diferentes tipos de cuidados, complementarios entre sí y constantes en el tiempo. Debemos pensar en los glúteos por capas (músculo, grasa y piel) y cuidarlos todos por igual, practicando ejercicio físico con foco en la hipertrofia, manteniendo una dieta equilibrada y proteica y preservando el banco de colágeno mediante tratamientos periódicos en consulta (mínimo 2 -3 veces/año). Valorar al paciente en su conjunto y realizar el diagnóstico correcto de su caso, sin olvidar que existen varias cuestiones genéticas y hormonales que pueden afectar el metabolismo y drenaje linfático de la región glútea, especialmente en mujeres, y que esto influye directamente en el tratamiento”.