En el último año, la medicina estética ha vivido un gran salto en el tiempo. Las nuevas tecnologías han sacudido la oferta y catálogo de tratamientos de estos centros y el paciente se ha visto atraído por sus enormes beneficios. En general, la innovación ha supuesto un cambio en la manera de entender la belleza estética y los tratamientos son ya parte de las rutinas de cuidado de la piel para muchas mujeres y hombres.
Se confirma que la medicina estética afronta 2026 con un crecimiento sostenido de los tratamientos no invasivos, impulsado por nuevas tecnologías de energía, el auge de los inyectables regenerativos y la demanda de pacientes cada vez más informados. Para el Dr Pedro Santos, especialista en medicina estética y láser: “los procedimientos no invasivos han sido un gran hito este año y todo apunta a que seguirán creciendo de forma clara en 2026, con tasas previstas que rondan el 10-12 % anual hasta 2030 según apuntan datos del sector”.
Pacientes más informados y enfoque regenerativo global
A diferencia de la etapa previa, 2026 no supone un salto abrupto, sino una evolución natural respecto a 2025. El Dr. Pedro Santos destaca una tendencia transversal: pacientes que ya no buscan “arreglar una arruga”, sino programas integrales de regeneración tisular, calidad de piel, armonía facial y corporal.
El estilo de vida actual —agendas intensas, baja tolerancia a tiempos prolongados de recuperación y una cultura de prevención— consolida la preferencia por tratamientos rápidos, personalizados y con resultados progresivos, donde prima la recuperación de la función antes que la modificación de la forma. “Estamos viendo que muchos pacientes que antes consideraban únicamente la cirugía ahora se inclinan por planes combinados de tecnologías no invasivas. El objetivo es regenerar primero y optimizar después”, afirma el especialista.
Conscientes de este cambio, las clínicas están adaptando sus tratamientos con dispositivos basados en energía (radiofrecuencia, ultrasonidos, láser, etc.). “Muchas clínicas ya están invirtiendo en estas tecnologías, y las que no lo hacen probablemente deberían empezar”, señala el doctor. Además de ser un elemento diferenciador, este tipo de plataformas permite diseñar modelos de negocio basados en programas seriados, mayor fidelización y resultados a medio y largo plazo.
El reto, matiza, “ya no es solo comprar maquinaria: es integrar en protocolos regenerativos sólidos, basados en ciencia y no en modas”
Los 4 tratamientos no invasivos que marcarán tendencia en 2026
> 1. Ultrasonidos microfocados de última generación como Liftera
Más precisos y versátiles que sus versiones anteriores, la tecnología microfocada moderna permite redefinir contornos corporales, más allá del facial, tratar tejidos profundos con gran exactitud y en algunos protocolos, modulaciones específicas del tejido adiposo y colágeno. El ultrasonido microfocado ha evolucionado desde el mero “lifting sin cirugía” a una herramienta más precisa, digital y versátil. Para el especialista: “Su combinación con radiofrecuencia y biorregeneradores está en expansión, y muchos pacientes valoran que solo requiere una sesión anual o bianual”.
> 2. Radiofrecuencia monopolar de alta potencia.
Indicada para tensado cutáneo, remodelación del colágeno y mejora de la flacidez leve-moderada en rostro y cuerpo. El mercado de dispositivos de radiofrecuencia vive uno de sus momentos de mayor expansión, con un crecimiento superior al 10% anual. “La radiofrecuencia monopolar moderna permite entregas de energía más profundas y controladas, con protocolos cómodos, sesiones rápidas y resultados progresivos y naturales, alineadas con el perfil del paciente que quiere mejorar sin cambios bruscos”, explica el especialista.
> 3. Bio Regeneradores inyectables (bioestimuladores y skinboosters avanzados)
Estos tratamientos estimulan la neocolagenesis, mejoran la densidad dérmica y restauran la calidad de la piel y los contornos de forma gradual. Con crecimientos previstos del 8-13 %, responden al auge del envejecimiento saludable. “Son tratamientos perfectos para el paradigma actual: regenerar las estructuras y no sólo camuflar el problema”, apunta.
> 4. Láseres epidérmicos de alta precisión (picosegundo y tulio fraccionado)
Son la opción favorita para mejorar la pigmentación, textura, poros y luminosidad con tiempos de recuperación cada vez más cortos. El segmento láser es uno de los más dinámicos del mercado, con crecimientos del 15-17 %, y se integra de forma natural en rutinas periódicas de mantenimiento de la calidad de la piel. Los sistemas de tulio fraccionado y picosegundos con enfoque epidérmico permiten protocolos de “laser facial” rápidos, seguros para múltiples fototipos, y combinables con drug delivery y skincare avanzado. Este tipo de tratamientos resuelven preocupaciones muy frecuentes (manchas, textura, luminosidad) y encajan con la idea de un “mantenimiento de calidad de piel”, casi como una “higiene médica” periódica.
