En tiempos donde la delgadez extrema parece que vuelve a estar de moda, una nueva tendencia estética ha invadido las redes sociales: los llamados ‘bone arms’, o “brazos huesudos”. Y es que cada vez más influencers internacionales muestran brazos extremadamente delgados y definidos, con huesos visibles y poca masa muscular, como símbolo de elegancia y sofisticación. Pero, ¿realmente es saludable esta estética, o estamos ante otro estándar de belleza peligroso?
Algunos de los rostros más conocidos de nuestro país, actrices, cantantes, presentadores han encendido en muchas ocasiones las alarmas ante casos de este tipo. Según especialistas en medicina estética, la búsqueda de un contorno corporal más definido no es algo nuevo, pero la manera en que esto se difunde en las plataformas digitales genera preocupación. La estética de los Bone Arms valora la apariencia de brazos delgados, destacando clavículas, codos y articulaciones. La tendencia se alinea con el regreso de ideales corporales ultra delgados, similares a los de la era heroin chic de los años 90. Aunque algunos defienden que se trata solo de una preferencia visual, expertos en medicina estética alertan sobre los riesgos físicos y psicológicos asociados.
“El problema es que detrás de estas tendencias se esconden graves riesgos para la salud física y mental, que pueden tener un impacto directo en la autoestima y la relación con el propio cuerpo, favoreciendo la comparación constante y la insatisfacción corporal. Como médicos, debemos posicionarnos claramente: la belleza nunca puede estar asociada al deterioro de la salud. Nuestro deber es promover estándares realistas y saludables, donde la estética se vincula al bienestar y la armonía, no a modelos extremos que ponen en peligro la vida de quienes intentan alcanzarlos”, explica la Dra Virginia Benítez, especialista en Cirugía General y Medicina Estética desde la clínica que lleva su nombre en Marbella.
Una opinión que comparten también otros especialistas como el Dr Isidro F. Rebelo, médico estético en Alicante: “Este tipo de modas pueden asociarse a trastornos de la conducta alimentaria, sarcopenia y empeoramiento de la calidad cutánea (colágeno y elastina)”.
Cuál es la preocupación estética de los brazos y cómo debe tratarse
Para los especialistas en medicina estética, hay varias razones detrás del interés de las mujeres por ver sus brazos estéticamente más definidos. “La piel de esta zona es especialmente susceptible a los cambios de peso, al envejecimiento y a la exposición solar. La flacidez, la pérdida de tono y la acumulación localizada de grasa son motivos habituales de consulta. Lo interesante es que los pacientes no buscan “adelgazar” los brazos a cualquier precio, sino mejorar su contorno y firmeza. Desean brazos estilizados, con proporción respecto al resto del cuerpo, que transmitan una imagen saludable y natural”, explica la Dra Virginia.
En la gran mayoría de los casos, según los expertos consultados, la demanda está relacionada con la dificultad de lucir ciertas prendas (camisetas sin mangas, vestidos ajustados), lo que limita la seguridad y comodidad en la vida diaria. “Vemos más demanda a partir de los 35-40 años, tras pérdidas de peso o por fotodaño crónico”, apunta el Dr Isidro.
Ante un tratamiento de este tipo, lo más buscado es el tensado cutáneo para controlar la flacidez, la mejora de la textura y calidad dérmica y el contorno armónico, no delgadez extrema. Según el Dr Isidro: “Gracias a las últimas innovaciones tecnológicas en tratamientos de medicina estética no invasivos, estamos consiguiendo virar hacia resultados más naturales y sostenibles, en los que claramente se huye de la extrema delgadez”.
Tratamientos en los que sí confían los expertos.
Además de la actividad física y la tonificación muscular, que siguen siendo la base para mantener el tono y la fuerza en esta zona, los expertos coinciden en algunos de los tratamientos más consultados y realizados en las clínicas de medicina estética. “Hoy en día, las pacientes prefieren tratamientos no quirúrgicos, efectivos y seguros, que les permitan mejorar la calidad de la piel y la definición de la zona de una forma progresiva y natural. El objetivo por lo tanto es tratar la flacidez cutánea, la grasa localizada y el tono muscular”, explica la Dra Virginia.
“Para la flacidez aplicamos tratamientos de Radiofrecuencia multipolar, fraccionada y con micro agujas; los ultrasonidos microfocalizados digitalizados de Liftera, el láser no ablativo fraccionado y la Bioestimulación. Para la grasa localizada recurrimos al Criolipólisis con aplicadores pequeños, Láser lipolítico no invasivo o la Radiofrecuencia combinada con los Ultrasonidos; y para el tono muscular utilizamos protocolos como el Pure Impact”. Por su parte, el Dr Isidro destaca el papel de los ultrasonidos: “Ante una flacidez leve-moderada, un HIFU como el de Liftera permite depositar energía de forma precisa en planos diana para estimular colágeno y mejorar la laxitud con mínimo tiempo de recuperación y resultados progresivos, algo que convence cada vez más a nuestros pacientes y que reivindico como un estándar de belleza segura”.
La tendencia ‘Bone Arms’ es también fruto de una gran desinformación acerca del cuidado estético de los brazos. Existen errores comunes que los expertos resumen en:
- Infravalorar la fotoprotección: los brazos reciben UV crónico; sin SPF regular no hay tensado que compense la degradación de colágeno.
- Confiar todo a los entrenamientos de cardio: sin fuerza no hay estímulo mecánico suficiente para el brazo; el músculo mejora el soporte de la piel.
- Sesiones aisladas y expectativas “express”: la reorganización de colágeno es gradual; suele requerir planes y mantenimiento.
- Sobre Dietas: bajar peso sin preservar masa magra empeora la flacidez.
- Usar rellenos inapropiados: mejor bioestimulación (PLLA/CaHA hiperdiluida) que grandes volúmenes de gel estructural.
Ambos especialistas coinciden en que es muy importante desnormalizar mensajes que promuevan delgadez no saludable y que la elección de cada técnica debe basarse en una evaluación médica individualizada. “No todos los brazos necesitan el mismo enfoque: algunos requieren solo reafirmación, otros, reducción de volumen, y otros un abordaje mixto”, concluye la Dra Virginia.
